
Vaca Muerta y los dilemas para acelerar su crecimiento
Por la falta de dólares y el cepo a las importaciones, el sector podría experimentar un decrecimiento de la actividad por faltantes de insumos y de equipos. Por eso resulta clave que la macro resuelva esta coyuntura.
Por la falta de dólares y el cepo a las importaciones, el sector podría experimentar un decrecimiento de la actividad por faltantes de insumos y de equipos. Por eso resulta clave que la macro resuelva esta coyuntura.
Hoy el mundo vive un trilema energético: seguridad de suministro, el costo asequibilidad y la mitigación del impacto ambiental. Según cada región se va inclinando para un lado o para el otro, siempre hay una tendencia.
La Europa de la pre guerra se estaba orientando hacia la sustentabilidad, por eso postergaron inversiones en combustibles fósiles y se focalizaron en energías renovables en un contexto donde importaban todo el gas natural desde Rusia.
Luego de la invasión de Rusia a Ucrania, la prioridad está puesta en la seguridad energética y orientar inversiones hacia el carbono o hidrocarburos.
En Argentina estamos igual que Asia y Africa donde los problemas sociales y la asequibilidad tienen preponderancia sobre los otros aspectos de la energía.
Con Vaca Muerta, la seguridad energética y el suministro de gas están garantizados. Actualmente, la cuenca neuquina es la única que sigue aumentando la producción, mientras las otras sufren un declino. Hoy el país es fuertemente dependiente de Vaca Muerta que produce 330 mil barriles día de crudo y otros 90 millones de metros cúbicos día de gas natural que sufren las limitaciones por la falta de capacidad de transporte para evacuar el petróleo y el gas.
Vaca Muerta es como un pez que está en una pecera, pero para seguir creciendo necesitamos agrandar la pecera.
Es importante hacer foco en esto porque estamos experimentando limitaciones en el transporte de crudo y gas.
Concentrada prácticamente en Vaca Muerta, hoy la producción total del país ronda los 600 mil barriles diarios. Todas las obras de ampliaciones de Oldelval, Oleoducto Trasandino, proyecto de Vaca Muerta Sur, terminales portuarias, etc, apuntan a lograr 1 millón de barriles diarios de producción.
En gas se terminó la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner que permitirá inyectar unos 11 millones de metros cúbicos diarios y llega a 22 millones a través de las plantas de compresión.
La segunda etapa del GPNK va agregar otros 17 millones de metros cúbicos diarios adicionales que junto con la reversión del Gasoducto Norte permitirá abastecer al NOA, exportar gas a Chile, a Bolivia y m{as adelante llegar a Brasil.
Argentina necesita dar un salto de escala en la actividad tanto en la inversión para hacer nuevos pozos, como de las empresas de servicios para importar los equipamientos que hagan falta.
El problema que se ve en estos días es que no hay financiamiento externo ni inversiones extranjeras, dos temas urgentes que requieren solución en el corto plazo.
Hoy Vaca Muerta necesita importar más de 30 equipos para perforación y fracking y alrededor de 6 sets de fractura. Sin financiamiento será muy difícil acceder a la compra de este tipo de equipamiento.
En la actualidad están en funcionamiento 40 equipos de perforación y 8 sets de fractura. Y el sector está haciendo magia para incrementar la actividad, que se complica aún más con las restricciones a las importaciones.
Suponiendo que vayamos a esa cifra de 1 millón de barriles diarios de producción, el desafío inmediato será resolver la demanda de talentos, ya que hoy falta personal capacitado.
Todo este escenario está condicionado por los permisos para importar que no están avanzando al ritmo esperado.
A principios de este año todas las empresas de servicio planificaron su actividad para importar cierta cantidad de equipamiento y se abastecieron de stock. Pero a partir de abril las importaciones se abrieron a cuenta gotas y todo ese stock se está consumiendo y puede ser que haya faltantes en equipos e insumos.
Otro de los temas clave es el impacto que tendrá el desarrollo de Vaca Muerta en la balanza comercial energética. En 2022 fue negativa en más de U$S 5 mil millones. En 2023 se espera un déficit de U$S 2500 millones aproximadamente, y para 2024 se aguarda un saldo positivo en U$S 2000 millones y a partir de ahí seguir creciendo.
En materia de dólares el mayor impacto lo va a tener el petróleo, no el gas. El crudo será a priori el principal generador de divisas de Vaca Muerta. Por cada barril adicional que se produzca en Neuquén va directo a la exportación.
Hubo un gran logro de la capacidad técnica de los profesionales locales que han logrado un salto de productividad y de eficiencia sin escalas a costos muy competitivos.
También de los gobiernos nacionales y provinciales y comunidades que han logrado un entramado para que Vaca Muerta sea hoy una realidad y uno de los motores de crecimiento del país.
Hoy necesitamos incrementar esa velocidad de crecimiento de la actividad para generar más de U$S 20 mil millones en exportaciones.
No obstante, debido a la falta de dólares y el cepo a las importaciones, el sector podría experimentar un decrecimiento de la actividad por faltantes de insumos y de equipos. Por eso resulta clave que la macro resuelva esta coyuntura.
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