La financiación de proyectos de energía limpia debería quintuplicarse hasta 2050

En un momento de creciente incertidumbre geopolítica y transiciones energéticas aceleradas, los países de América Latina y el Caribe juegan un rol clave en la transición energética que viene.

América Latina desempeñará un papel esencial en la transición global hacia un sistema energético más seguro y sostenible, según la perspectiva de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

El Latin America Energy Outlook es el primer análisis exhaustivo de la región que realiza la AIE, y cubre toda la gama de combustibles y tecnologías energéticas en los 33 países.

El informe concluyó que la riqueza de recursos de América Latina y el Caribe y la experiencia en su desarrollo (desde energías renovables de alta calidad hasta petróleo y gas y minerales críticos) podrían hacer contribuciones importantes a la seguridad energética global y las transiciones a energías limpias con los paquetes de políticas adecuados, además de impulsar la propia transición de la región y generar importantes beneficios para las economías locales después de una década de lento crecimiento.

"Las energías renovables, encabezadas por la energía hidroeléctrica, generan el 60% de la electricidad de la región, el doble del promedio mundial, mientras que algunos de los mejores recursos eólicos y solares del mundo se pueden encontrar en países como Brasil, México, Chile y Argentina. El uso de bioenergía está muy extendido en toda la región y es un importante exportador de biocombustibles", detalló el informe.

Y puntualizó que "los países de América Latina y el Caribe poseen alrededor del 15% de los recursos mundiales de petróleo y gas natural. Y la región es muy importante para la producción de minerales que son componentes esenciales de muchas de las tecnologías de energía limpia de rápido crecimiento actuales: cuenta con alrededor de la mitad de las reservas mundiales de litio y más de un tercio de las reservas de cobre y plata. El suministro de electricidad limpia de la región sienta las bases para la extracción y el procesamiento sostenibles de estos materiales".

El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, señaló que “América Latina y el Caribe pueden desempeñar un papel enorme en la nueva economía energética global. Con recursos naturales increíbles y un compromiso de larga data con las energías renovables, los países de la región ya tienen una ventaja en materia de transiciones seguras y sostenibles hacia la energía limpia. Apoyarse en estas transiciones impulsaría el crecimiento de las economías locales y pondría al sistema energético mundial sobre una base más segura”.

Según el informe, la inversión en la región también debe crecer sustancialmente. Para cumplir las promesas, la financiación de proyectos de energía limpia debe duplicarse de aquí a 2030 hasta alcanzar los 150.000 millones de dólares y quintuplicarse de aquí a 2050.

En comparación, el informe explicó que si se cumplen las promesas anunciadas por los países, América Latina y el Caribe verían que las energías renovables cubrirían toda la nueva demanda de energía en esta década.

Esto permitiría que las exportaciones de petróleo aumenten en casi 2 millones de barriles por día para 2030, diversificando la oferta global y aumentando los ingresos.

Los recursos renovables competitivos también impulsarían la producción de hidrógeno de bajo costo y bajas emisiones, lo que puede ayudar a descarbonizar la industria pesada y el transporte de carga a nivel nacional e internacional.

La producción de biocombustibles aumentaría y los ingresos a largo plazo provenientes de minerales críticos se duplicarían a casi 200 mil millones de dólares, superando los de los combustibles fósiles.