Las perspectivas del GNC tras el aumento de las naftas

Federico Baratella, presidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipo Completo de Gas (CAPEC), habló sobre las perspectivas que presenta el negocio del GNC en el parque automotor local tras el aumento de casi del 90% en las naftas y gasoil.

Con los nuevos precios de las naftas se multiplicaron las consultas para las conversiones de GNC. “Semanas atrás, el ahorro para quienes recargaban con gas el auto no era tan importante. Hoy, son más de $ 600 por litro de ahorro para los que utilizaban nafta súper, de modo que el retorno es mucho más rápido” , comentó Federico Baratella, titular de la de la Cámara Argentina de Productores de Equipo Completo de Gas (CAPEC).

En diálogo con Mejor Energía, afirmó que el sinceramiento de los valores de los combustibles líquidos ha reactivado el sector del Gas Natural Comprimido (GNC). "Con el litro de nafta Súper cercano a los $ 800 los propietarios de autos evalúan adoptar el GNC (el metro cúbico oscila entre $ 249 y $ 300) como la alternativa más conveniente para ahorrar", destacó.

Hasta el año pasado según cifras del Enargas se estaban realizando entre 5 mil y 6 mil conversiones por mes a nivel país, uno de los números más bajos de la historia.

"Creo que tranquilamente vamos a crecer fuertemente y volver a las 15 mil conversiones promedio, como sucedió en 2019, y no descarto llegar a 25 mil conversiones como sucedió en 2014, uno de los mejores años que tuvo el GNC en Argentina”, sostuvo Baratela.

Hoy, un equipo de primera marca con un tubo de 10 m3 de quinta generación cuesta promedio un millón de pesos aproximadamente, lo cual si bien el ahorro es significativo, el presidente de CAPEC se mostró preocupado "por la falta de financiación en la compra de este tipo de equipamientos, en un contexto donde la gente no tiene plata y las tarjetas las tiene bastante explotadas".

El sector sigue de cerca el posible impacto que puede tener algunas de las medidas incluidas dentro del mega DNU y del proyecto de ley Ómnibus que apuntan a desregular el mercado, liberar exportaciones, abrir importaciones y no priorizar el abastecimiento del mercado interno.

Así lo dejó entrever Baratela, quien admitió que desde el sector tenemos temor porque los costos de fabricar en Argentina no son los mismos que importar desde China, y esto atenta contra la industria local.

Y en materia de precios advirtió que "al ser un mercado no regulado muchos estacioneros se aprovechan del aumento de precios y se abusan con valores de venta muy altos, en un marco de plena especulación".

Nota: Artículo publicado por Daniel Barneda en Mejor Energia.